palma eco rally mallorca experience inca foto Miquel A Cañellas canellas | miquel angel canellas serra
El paso del Eco Rallye Mallorca - Inca Ciutat ha dejado un gran sabor de boca entre todos los que han disfrutado de cualquiera de sus muchas facetas. Las actividades paralelas organizadas, tanto en Inca como en Capdepera, las dos sedes de la competición, han sido tan variadas y divertidas como comprometidas con la promoción de los valores de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. En el caso de Capdepera, estuvieron alrededor de la etapa nocturna que acogía el municipio. En Inca se repartieron entre el viernes, con la prueba eChallenge, abierta a cualquier conductor, y el Eco Rallye en sí, que acaparó la actividad y por tanto la animación a pie de calle, tanto en el centro de la ciudad como en el Cuartel General Luque.
El Eco Rallye Mallorca - Inca Ciutat no había hecho más que empezar y ya llenaba las calles de actividad y mucha diversión, no solo para los aficionados al motor. En Inca, el Pallasso Sabatot, interpretado por Josuè Guasch, se hizo con la atención de los más pequeños con su cuentacuentos sostenible de la compañía Teatrix, que estuvo en la Plaça de Santa Maria la Major con varios pases, tanto en la tarde del viernes como en la mañana del sábado.
Cala Rajada tuvo, además de la espectacular salida de la etapa nocturna del Eco Rallye Mallorca - Inca Ciutat, la oportunidad de disfrutar de otros reclamos para el público en general. Decenas de personas pasaron por el simulador de conducción virtual instalado en la Plaça dels Pins. Al volante de esta instalación de la más moderna tecnología, todo aquel que lo deseó pudo disfrutar de la experiencia de sentirse dentro de la prueba automovilística y poner toda su atención en esa regularidad y precisión tan importantes en la competición real. Completó esta actividad una amplia información sobre movilidad sostenible en forma de talleres; también con la oportunidad de ser parte del Desafío Generación Energía, con el que pedalear para producir electricidad limpia, sin emisiones.
En el caso de Inca, el simulador virtual estuvo instalado en la céntrica Plaça del Mercat Cobert. Allí estuvo presente también el experto en movilidad sostenible Joan Arrom, que desarrolló de nuevo talleres sobre su especialidad a los interesados. El público asistente lo tuvo difícil para decidirse entre el atrayente simulador de conducción o la información ofrecida por Arrom, pero finalmente se decantaron en su gran mayoría por disfrutar de ambas actividades. Esa misma mañana, el Desafío Generación Energía también estuvo en la Plaça d’Espanya. Allí se fueron acercando durante toda la mañana grandes y pequeños para hacer un esfuerzo por el medio ambiente. La mañana del sábado, entre las 10 y las 14 horas estuvo abierta la exposición Eco Rallye Mallorca - Inca Ciutat para mostrar los coches participantes a los curiosos.
Pero retrocediendo un poco en el tiempo, merece la pena recordar lo que fue la tarde del viernes en la capital del Raiguer. Las calles del centro de Inca se llenaron de una actividad emocionante, que incluyó música, luces, sonido e, incluso, fuego. A primera hora de la tarde muchos curiosos se concentraron en torno a los coches de la eChallenge, que llenaban la Plaça del Mercat Cobert en espera de la salida. Allí pudieron ver modelos de algunas marcas legendarias del automovilismo, siempre movidos por la energía eléctrica y dotados de lo último en tecnología.
La salida del Eco Rallye Mallorca - Inca Ciutat estuvo animada por los bailes de los Revetlers des Puig d’Inca, una agrupación local que no suele perderse la ocasión de poner la nota cultural en los eventos de la ciudad. Asimismo, a la Plaça d’Espanya acudieron los Dimonis Foc d’Inca, una colla creada en 2017 en la ciudad. Su espectacular dominio del fuego sirvió tanto para recibir a los coches tras la etapa nocturna procedente de Capdepera, como para despedirlos antes del comienzo de la etapa II, que partió esta vez desde el Cuartel General Luque. Para caldear el ambiente también estuvieron los miembros de la batucada Fieres d’Inca, que llevó sus ritmos a la Plaça d’Espanya. En definitiva, un sinfín de atractivos para llamar la atención sobre una prueba automovilística distinta, enmarcada en los esfuerzos globales de una sociedad que ya está metida de lleno en la lucha contra el cambio climático.