Los habitantes de la Serra han usado los recursos naturales sin corromper el entorno

El cultivo de la tierra, la agricultura y la ganadería son fundamentales para conservar el paisaje de la Serra de Tramuntana, fruto del intercambio de conocimientos entre culturas milenarias que, con pequeñas obras colectivas, con finalidades productivas, superaban con sabiduría las limitaciones impuestas por la propia orografía.

A lo largo del tiempo los habitantes de la Serra han usado los escasos recursos naturales sin corromper el entorno, mezclando cultura, tradición, estética, espiritualidad e identidad. El resultado es una monumental obra humana que sigue viva, pero que necesita de una protección y de un cuidado constante y consciente.

Es por todo ello que el Consell de Mallorca, a través del Consorcio Serra de Tramuntana, impulsa políticas para apoyar las iniciativas que trabajan para la recuperación y el mantenimiento del paisaje de la Serra de Tramuntana, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco el año 2011 en la categoría de paisaje cultural.

Para este año 2025, el Consell de Mallorca ha destinado cuatro millones de euros al Consorcio Serra de Tramuntana, el presupuesto más alto desde su creación, lo que supone una clara muestra de su apuesta para la conservación, mejora y promoción sostenible de este territorio.

Entre las iniciativas, destaca el Distintiu Serra de Tramuntana, una etiqueta que identifica los productos y servicios producidos en la Serra de Tramuntana con el objetivo de fomentar su consumo. El Consell de Mallorca promociona estos productos y realiza campañas de sensibilización sobre lo que realmente puede suponer su consumo: la supervivencia de la Serra de Tramuntana.

Historias de recuperación del paisaje

En un pequeño olivar de Fornalutx, matorrales y maleza habían invadido los olivos, ocultos por un sinfín de vigorosos pinos. Era 1994 y el matrimonio Margalida Pons y Guillem Gual decidió invertir en este rincón de la Serra de Tramuntana y empezar una intensa tarea de recuperación, con esfuerzo y respeto al entorno y a la tradición.

Al cabo de tres años consiguieron la primera producción de aceite de esta segunda vida que le estaban dando a la finca, llamada Es Seregalls. Desde entonces, el aspecto de los árboles y la cosecha ha mejorado gracias a la planificación en las podas, el control de plagas y el acondicionamiento de las infraestructuras ante el cambio climático, con lluvias más escasas y torrenciales.

En diciembre de 2024 se abrió un puesto en el mercado del Olivar, que exclusivamente comercializa productos con el Distintiu Serra de Tramuntana.

La recuperación ha sido tal que, a día de hoy, sus herederos, han decidido abrir las puertas de la finca y ofrecer visitas divulgativas para los visitantes que deseen entender los motivos por los cuales la Serra de Tramuntana fue declarada Patrimonio Mundial. En este lugar se puede experimentar la simbiosis perfecta entre la acción del ser humano y la naturaleza a lo largo de los siglos.

La historia de Es Seregalls es una de las muchas que pueden encontrarse a lo largo de la Serra de Tramuntana, historias de familias que han decidido recuperar el trabajo de sus antepasados y conservar el patrimonio heredado desde el máximo respeto a los olivos, a los bancales, a la piedra en seco y al complejo sistema de regadío compartido; cuatro de los elementos clave en la declaración de la Serra como Patrimonio Mundial.

Vinyes Mortitx elabora vinos de altura, con una originalidad profundamente conectada con su entorno, buscando capturar los encantos de la Serra de Tramuntana en cada aroma.

Otro ejemplo de recuperación lo encontramos en Estellencs. En este pequeño municipio también se trabaja para volver a cosechar las tierras que se fueron abandonando a medida que ha ido creciendo el peso del turismo en la economía de Mallorca. En 2023 un grupo de vecinos, con el impulso del Consorcio, creó la Cooperativa Agrària Estellecns con el objetivo de recuperar el paisaje, la ganadería y los olivos del municipio. La venta de sus productos les permite mantener en condiciones óptimas la Serra de Tramuntana y poder vivir de la tierra dignamente sin tener que renunciar a sus orígenes. Los cooperativistas trabajan en sus pequeñas fincas una producción sostenible, respetuosa con la naturaleza y la defensa del territorio, así como en la promoción de una cultura agraria consciente, ecológica y sostenible.

Venta de productos

El aceite de oliva virgen es uno de los principales productos que se realizan en la Serra de Tramuntana. Cada botella representa el esfuerzo colectivo y es testigo de la dedicación que supone el proceso de producción. De aceite distinguido con el Distintiu Serra de Tramuntana podemos encontrar el de la cooperativa EcoEstellencs, el de la Cooperativa de Sóller, el de Son Matge y el de Son Moragues. Con el objetivo de acercar a Palma esta producción ecológica, casi artesana y de gran calidad, la Cooperativa de Sóller, con el apoyo económico del Consell de Mallorca, abrió en diciembre de 2024 un puesto en el mercado del Olivar, el que exclusivamente comercializa productos con el Distintiu Serra de Tramuntana.

No solo aceites, también aceitunas, cítricos, frutas, hortalizas, vinos, embutidos y jabones naturales, entre muchos otros, llenan las estanterías de la pequeña parada del céntrico mercado palmesano. Los visitantes y clientes tienen la garantía de que todos estos productos se han elaborado en territorio Patrimonio Mundial, con el esfuerzo de unos payeses comprometidos con el entorno y la herencia recibida.

Adquirir estos productos es apostar por la supervivencia de los pequeños negocios agrícolas y cooperativistas lo que se traduce en la supervivencia de los olivos, los bancales, los caminos, las possessions y, en definitiva, el patrimonio etnológico de la Serra de Tramuntana.

Las empresas que a día de hoy comercializan productos con Distintiu Serra de Tramuntana, además de las ya citadas Cooperativa de Sóller, EcoEstellencs, Son Matge y Son Moragues, son Formatges sa Cabreta, Cooperativa de Andratx, Cooperativa de Pollença, Font Sorda, Licores de Mallorca, Agrícola de Promociones, Verdegrau, vinos IóN y Vinyes Mortitx.

Además de productos agroalimentarios, la Serra también ofrece experiencias únicas; es por ello que a la iniciativa del Distintiu pueden adherirse empresas de servicios y de elaboración de productos artesanales. De todas ellas se puede encontrar información en la parada del mercado del Olivar. Estas empresas son Viu sa Serra, Més Cultura, Teixits Vicens, Martin’s walks ecotourism, Jabón de Mallorca, la almazara de Can Det, los jardines de Alfàbia, Fundación Vida Silvestre y es Seregalls.

El Distintiu es, en definitiva, el reconocimiento necesario a los productores que con su esfuerzo diario preservan la esencia de la Serra de Tramuntana, el paisaje cultural que el hombre ha ido moldeando a lo largo de los siglos.

La importancia de compartir experiencias

El Consorcio Serra de Tramuntana ostenta la presidencia de la Alianza de Paisajes Culturales y sitios afines desde el año 2016. Se trata de una iniciativa que engloba el Patrimonio Mundial en estas categorías de España, Andorra y Portugal. El objetivo de la asociación es poner en contacto los gestores de todos estos bienes para trabajar en red y compartir experiencias y buenas prácticas. Gracias al impulso del Consell de Mallorca este año se ha realizado el primer encuentro a nivel político de la asociación con el objetivo de darle el impulso definitivo a nivel internacional.

Una de las áreas de trabajo de la Alianza es la de investigación y desarrollo, orientada a compartir experiencias positivas que puedan aportar resultados útiles para una gestión inteligente, adaptada al cambio climático y a la sostenibilidad de la sociedad del futuro.
Todos los bienes se encuentran sometidos a externalidades que les afectan directamente y que también repercuten en la población, la economía y la cultura local. Así que tratar los recursos locales es uno de los ejes principales de la línea de investigación de la Alianza. Se trata de buscar instrumentos que permitan un control inteligente y creativo de las dinámicas presentes y futuras de los paisajes y sitios afines.

El Consorcio, que gestiona uno de los patrimonios más grandes, con 90 kilómetros de longitud y una población de aproximadamente 150.000 habitantes que tiene la Serra, aporta a los socios de la Alianza su experiencia con el Distintiu Serra de Tramuntana, la iniciativa para dinamizar la economía local y fomentar la producción y el consumo de un producto más sostenible que a su vez permita la supervivencia de los productos y del mantenimiento del paisaje cultural.